domingo, 26 de abril de 2009

El agujero primordial


Los domingos resultan ser particularmente tristes. De una tristeza lánguida que se arrastra y queda adherida al tejido interno del cuerpo. 
No hay sol ni luna ni calor ni humedad ni ninguna circunstancia climática que logre aminorar la pregnante sensación que se traduce, literalmente, en el fino velo de aquella angustia.
Desde que no tengo cabal memoria, algo se manifiesta deliberadamente ese día. Un fondo constante que pasa desde allí a ser figura diáfana. 
No es que no existía antes; estuvo allí siempre, silencioso y mineral. Pero, de pronto, emerge y se hace claro.
Pasa el tiempo y cambian algunas cosas. El color de los cabellos, la línea de los ojos, el contorno del cuerpo, la fuerza de las manos, algunas perspectivas y formas de ver las cosas, pero siempre está allí: idéntico a sí mismo.
Y en esos momentos, cuando revive y crece y se hace grande y se manifiesta, es cuando no puedo dejar de pensar en lo solos que estamos. Que más allá de cualquier cosa y circunstancia y compañía y acontecimiento y abrazo y mirada y beso y caricia y palabra llena, estamos, aquí, irremediablemente solos. Presas de una soledad imposible de ser dicha con palabras.

7 comentarios:

Angeles dijo...

¿Me puede explicar que significa eso del agujero primordial? Porque estoy hecha un lió.

Supongo que debe de ser algo muy serio, (lo digo por el tono del relato), debe usted saber, que aunque hablamos el mismo idioma, hay determinadas palabras giros y modismos que cambian según el país; y en el mío (Que para nada habla un buen castellano, sino que cada vez se habla peor) agujero, es una palabra, que solo en determinados contextos y acompañada de otras palabras tiene un significado profundo, (profundo del alma, claro), y el acompañamiento de “primordial” me despista mucho.

Espero no haberle importunado mucho, si sigue usted el “agujero”. Pero que sepa que agujero, no es una palabra bonita, mejor abismo, hondonada, grieta, profundidad, gruta, cavidad….aunque después de leer su relato, yo diría que habla usted de una sima.

Le mando besos (con una escala, por si le apetece salir un rato de allí donde se encuentre)

Ginnuendo dijo...

A veces una sola mirada, puede decir más que mil palabras... No hace falta más, se logran entender dos seres, que no me parece que se encuentren "irremediablemente solos"... Quizás, el paso de los años (que no es poco), me lleguen a dar la experiencia necesaria para entender la complejidad (o no querida) de los textos.
Los domingos no son tristes, algunas situaciones se enfocan en esos días...
En fin, espero tener el placer de discutir con usted unas ideas... Como siempre...


Su sobrina, que lo quiere, lo adora y siempre se encuentra para usted xD

Cloe dijo...

Es así, a veces la soledad no es sólo falta de compañía, se siente en los huesos.

Abrazo

JoP dijo...

Petit:

Eso que estuvo allí y se perdió y dejó la marca, indeleble de una ausencia.
Aquello que una vez -allí en el espacio mítico de lo inaugural- pasó dejando una huella vacía.
Lo primigenio irreproducible por ser construido a posteriori, que marca una instancia en ausencia.

Tal vez esas cosas sean ese agujero...

Besos (desde la escala...)

JoP dijo...

Ginnuendo...

Iba a responder, pero no se puede hacerlo con los ojos nublados de emoción...

No se imagina cuánto la quiero...

JoP dijo...

Así es Cloe... Así es...

Abrazo.

Angeles dijo...

Me deja usted patidifusa, confusa y difusa, (más que antes)

Por que si esa es su explicación, yo podría escribir un post hablando de mi queso gruyere primordial (y le ganaría a usted en agujeros).

La cuestión es: rellenar el agujero primordial con todas las ausencias, vacíos, huellas, instancias, marcas…y demás “putadas”; y construir con todo ello una larga escala (importantísimo no mirar nunca hacia el vació lleno de todas esas cosas)

Mire, en los días buenos, suelo alejarme lo mas posible de mi “queso gruyere”, y en los malos, reconozco que me vence la tentación de echar una miradita a los múltiples agujeros, pero siempre a una distancia prudente, no me venza la melancolía y me lance de lleno a la sima.

Besos (llene uno de los boquetes del queso con ellos)