Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno: entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.
Eduardo Galeano. La Pálida. El libro de los abrazos.
12 comentarios:
Hay textos que me dejan conmocionada, este es uno de ellos, seria largo y tedioso explicar aquí el porque, pero llevo todo el día dándole vueltas a la cabeza.
Y te aseguro que no me reconozco en el.
De reconocerme, lo haría más en este poema:
Preámbulo A Un Silencio
Porque se tiene conciencia de la inutilidad de tantas cosas
a veces uno se sienta tranquilamente a la sombra de un árbol
en verano
y se calla.
( ¿Dije tranquilamente? falso, falso:
uno se sienta inquieto, haciendo extraños gestos,
pisoteando las hojas abatidas
por la furia de un otoño sombrío,
destrozando con los dedos el cartón inocente de una caja de fósforos,
mordiendo injustamente las uñas de esos dedos,
escupiendo en los charcos invernales,
golpeando con el puño cerrado la piel rugosa de las casas
que permanecen indiferentes al paso de la primavera
una primavera urbana que asoma con timidez los flecos
de sus cabellos verdes allá arriba,
detrás del zinc oscuro de los canalones,
levemente arraigada a la materia efímera de las tejas a
punto de ser de polvo.)
Eso es cierto, tan cierto
como que tengo un nombre con alas celestiales,
arcangélico nombre que a nada corresponde:
Ángel
me dicen
y yo me levanto
disciplinado y recto
con las alas mordidas
quiero decir: las uñas
y sonrío y me callo porque, en último extremo,
uno tiene conciencia
de la inutilidad de todas las palabras.
Angel Gonzalez
Un beso (lo más ruidoso posible, odio los silencios, incluso los mios)
Qué imagen desolada!!
Pero que comentario atinado...
buenisima foto....
momento de reflexion..?
Petit: Entre la conmoción y el reconocimiento no se con qué quedarme. En lo que no dudo es en quedarme con el poema que me parece delicioso.
Besos (bien ruidosos entonces... aunque a mí los silencios, me encantan...)
Desolada bien podría ser Andypecas... Bien podría ser...
Hola Allek: Bienvenido!
Momento de introspección, para ser más preciso. O momento de introversión quizás. De alejarse de algún modo de lo externo.
Gracias por pasar.
Galeano ha expresado perfectamente, algo que siento algunos días...
Abrazos
Espero que no te enfades, si te digo que no era mi intención que el poema pareciese “delicioso”. Ese suele ser el problema que surge cuando uno intenta expresarse utilizando las palabras de otros; pero como soy muy cabezota, lo volveré a intentar, esta vez espero que se entienda lo que me hacen sentir determinados silencios.
Cortarse La Mano
No abras los labios si no estás seguro que
lo que ibas a decir es más hermoso que el silencio
Proverbio árabe
-CORTARSE LA MANO-
¿Qué habré de cortarme para romper tu silencio como un espejo, un velo de organdí que atraviesa un puñal? ¿Quién atraviesa? ¿El velo al puñal o el puñal al velo? Si te entrego mi mano izquierda, cercenada, en la palma de la mano derecha, ¿oirás el martilleo? Que te ensordezca entonces esa campana de cielo alto y mar profundo, ese gong de bronce muerto que golpea la puerta de tu oído al ritmo de mi no decir nada y tragarme lentamente las palabras, a la diestra de tu boca muda, para digerirlas en el cáliz de mis cuerdas vocales, veneno benigno, néctar indigesto del sonido que se comiera tu silencio.
¿Qué mano cortarme? ¿Qué lengua para no hablarte más? ¿Qué luz extender como pabellón rastrero en la larga greda de tu lejanía?
Françoise Roy
También me gustan los silencios, pero solo, los qué no necesitan palabras porque son capaces de explicarse por ellos mismos.
Besos (sin necesidad de palabras)
De acuerdo, Cloe. Galeano lo dijo mejor. Y en ello, también me reconozco.
Abrazos.
Presiento (con el corazón ya que no se puede con los ojos...) que nadie le hace mucho caso al proverbio árabe.
Parece que hay una insoportable levedad en las palabras que lo inunda todo.
Y te digo que lo de "delicioso", fue solo una expresión, sin más intención que la de expresar lo "substancioso", "meduloso" y "sabroso" de un texto para expresar ideas profundas.
Ya ves, las palabras siempre encierran la posibilidad del incordio. Estan hechas para el equívoco.
(Y a propósito, no quiero ponerme muy racional: Pero no cabe duda que lo que atraviesa es el puñal y no el velo. ;-) Es una cuestión semántica. Sin duda una licencia del poeta... ;-) )
Besos (como más te gusten, que para eso estamos...)
Estoy totalmente de acuerdo contigo en la posibilidad de incordio que poseen las palabras, no solo posibilidad, verdad absoluta. En muchas ocasiones parecen tener vida propia decidiendo por su cuenta crear mal entendidos, conflictos, equívocos, suspicacias…pero también son capaces de crear acuerdos, lazos, equívocos de los buenos, sonrisas, risas, belleza…
Porque volviendo al tema del silencio, es cierto que puede haber comunicación sin palabras, y el silencio como tal, es de una estridencia mayúscula.
La música, la pintura, la fotografía, la danza… las artes plásticas en general comunican sin palabras. Y a nivel personal, la piel, las miradas, las sonrisas todo esto también comunica y mucho, sin necesidad de la palabra dicha. Pero no podemos ir por la vida (no porque no fuese bueno, no) comunicándonos con estas formas (las no habladas) a nivel general o en la distancia, porque no seriamos capaces de hacernos entender.
Creo, y eso encuentro en muchos textos, (el que ilustra este post es un ejemplo) que hay personas que eligen las palabras, como los músicos las notas, o los pintores los colores. De la misma manera que algunas personas son capaces, con el tacto, las miradas o las sonrisas comunicar cosas que trascienden de las palabras, hay personas capaces de crear con las palabras, paisajes de sensaciones únicos.
Aquí, haré un inciso, para decir que me encanto tu incordio semantico, me da la posibilidad de hablar sobre el tema, que me interesa y mucho.
En cuanto ¿quien traviesa a quien? Como yo no soy nada racional, creo que hay velos que matan más que puñales.
Como podrás comprobar, soy la primera que no le hace ningún caso al proverbio árabe, a este, porque hay uno en especial que me gusta mucho:
"Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación."
Y para que veas lo poco, poco racional que soy, también me gusta y mucho esta cita:
“Puedes acariciar a la gente con palabras”.
Francis Scott Fitzgerald
Besos (ignoraba que estabas en tu casa virtual con el único propósito de besar (lo has dicho tu) (El incordio de las palabras), de haberlo sabido, cada vez que he necesitado uno habría pasado por aquí)
Adhiero a eso de que las palabras también generan equívocos de los buenos. De ahí se deriva el humor... Nada menos!!!
Ahora que crean lazos... Me lo quedo pensando.
Pensarás que detrás de estas diatribas que levanto destacando algún que otro aspecto negativo de las palabras trasuntan alguna enemistad con ellas. Pues no andarías muy descarriada si supusieras tal cosa. Pero ese sería un tema muy, pero muy largo de explicar y excede ampliamente el contexto de este agradable intercambio.
Por supuesto que también reconozco (y valoro, por cierto) que haya personas que logran crear con ellas paisajes de sensaciones únicos. También lo hace la música con un material mucho más abstracto e inasible y sin embargo sería muy difícil andar por el mundo comunicándose con sonidos... Bueno, no sé, habría que probar. Supongo que nuestros antepasados lo habrán hecho y tan mal no les ha ido. O sí, porque llegamos hasta nosotros... Pero ese es otro tema. En fin...
Por otro lado, no se puede sostener el fundamento de un proverbio, en un momento, para abandonarlo, al minuto, por otro que expresa exactamente lo contrario. (Bueno, en realidad, de hecho, se puede, vos lo hacés ;-)). Aristóteles, Leibniz, Lambert, George Boole y Augustus de Morgan se habrían arrancado los pelos con vos... ;-).
Porque eso de que "hay velos que matan más que puñales" no deja de ser un bello juego de palabras.
Y en cuanto a lo de los besos, al calificativo "único", lo agregaste vos. Convengamos que ahí no hubo nada de ese asunto de "el incordio de las palabras", sino una interpretación aumentada de la intérprete.
Besos (como más te gusten... que para eso estamos...)
Debe saber Usted, que a pesar de la impresión que puedo dar, soy terriblemente respetuosa; y como estoy en su casa y Usted parece tener algo pendiente con “determinadas palabras”, no insistiré en el tema y me callare, (cuando acabe de decir esto, claro), pero antes de hacerlo, debo informarle, que no estoy de acuerdo con varias de las afirmaciones y apreciaciones que Usted a hecho, pero me aguantare (no sabe usted cuanto…) y no volveré a las andadas.
Además, reivindico mi derecho a ser todo lo contradictoria que quiera, y si esos señores que Usted menciona, son unos estirados y unos sosos, yo no tengo la culpa.
Me explicare (seré breve, lo prometo), de todas, todas, prefiero el proverbio árabe, incluso cambiaria mirada, por caricia, beso, abrazo…Peroooo!!!! Mujer prevenida vale por dos, en caso de fallarme este proverbio, (que llamaríamos plan A) tendría el segundo preparado (al que llamaríamos plan B), porque más vale el B, que no tener el A y quedarse sin nada.
Besos (si insiste usted en eso de “Para eso estamos….” Yo, en mi derecho legítimo, me lo tomare como más me interese…)
Petit: Que no te aguantes, que no se trata de eso. Todo lo contrario. Aquí -en mi casa como le decis vos-, de lo que se trata es que cada uno haga lo que le venga en gusto.
Y ya me parecía a mí que te tiraba más el proverbio árabe. Pero coincido que esta bueno eso de tener una alternativa en caso de que falle la primera.
Besos (.................)
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