viernes, 6 de febrero de 2009

Inner...


Tu piel me devolvía
algo remoto. (¿Es esto
un poema de amor?
¿Es un canto de duelo
o de esperanza? Un himno
triunfal o una nostalgia
acariciada sobre
la realidad?)
No había
nadie, sino nosotros.
(Los demás no existían.)
Una botella, un libro,
un cenicero. Ahora
la vida es de cristal,
de metal, de papel.
Ahora es la botella
más bella que una flor.
El cenicero tiene
el sonámbulo brillo
de las olas. El libro
es una roca… (¿Es esto
un poema de amor?)
En una habitación
en penumbra, entre el humo
que nos aleja… (¿Es esto
un Poema de amor?)
…sin hablar…(nada está
dicho aún…).
Olvidaba
otra cosa: la música
frutal, el corazón
errante de los siglos,
suena para nosotros.

Toqué tu frente como
si me fuera a morir
un instante después.
Igual que si me anclases
a la verdad. (¿Es esto
un poema de amor?
¿Fuimos sus criatura
melancólicas…?)

Libro,
botella, cenicero.
(No flor, ni ola, ni rocas.)
He llamado a las cosas
por su nombre, aunque el nombre
rompa el hechizo. Quiero
todo aquello que ha sido
el instante, su carne
y su alma (no sólo
su alma), lo que el tiempo
roe (no lo que el tiempo
purifica).

Al contacto
de tu frente, los días
volaban desprendidos
de la copa. Pensé
que los días… ¿Amor
es eso que devuelve
el tiempo huido? ¿Eras
entonces el amor?
¿Me estoy cantando a mí,
recobrado y perdido?
¿Al amor, al que duerme
bajo tu piel, la pobre
criatura del cielo
destinada a morir
sin haber conocido
sus imposibles padres.

Poema Interior, José Hierro

10 comentarios:

Angeles dijo...

Exterior…

Piel

Esta noche
Buscaré los detonantes
De tus explosiones interiores
Sobre tu piel minada
De atentados sorpresivos
Uno a uno los buscaré
Uno a uno los estallaré
Hasta llegar al éxtasis
De la destrucción total…

Néstor Martínez

Besos (al gusto)

AndyPeCas dijo...

La piel de no rozarla con la piel,
se va agrietando.
Los labios de no tocarlos con los labios,
se van secando.
Los ojos de no cruzarlos con los ojos,
se van cerrando.
El cuerpo de no sentirlo con el cuerpo,
se va olvidando.
El alma de no entregarla con el alma,
se va muriendo.



Autor: Bertol Brecht

Es una especie de regalo para vos y un triste espejo para mi...

Anónimo dijo...

Hermoso poema del autor español, pero me queda una amarga sensación por el comentario anterior, en que espejo triste se esta mirando esa niña. Para ella, uno mas de Hierro:

LLEGUÉ POR EL DOLOR A LA ALEGRÍA (1947)

Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.

Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
( Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía. )

Así la siento más. Al cielo apunto
y me responde cuando le pregunto
con dolor tras dolor para mi herida.

Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que he sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.

Joan

Angeles dijo...

Espero que no te importe que te conteste en tu casa; el problema de este tipo de comunicación, es que no existe comunicación, tu escribes, y yo se supone que debo contestar, pero ahí acaba todo, siempre el que contesta desde su casa, parece que dice la ultima palabra, y eso, me pone de los nervios, ese es el motivo, por el que últimamente me resisto a contestar a nadie, me gusta hablar, pero no con las paredes.

Mientras que si te contesto en tu casa, serás un caballero y me contestaras, y después de eso yo me tomare la libertad de hacer una replica…y la conversación será, minimamente más fluida, de la otra manera, me queda siempre la sensación de algo inacabado.

Y después del rollazo… lo que quería decir, es, que reconozco que me importa un pito lo que digan los demás de mí, dejando claro que los demás son aquellos que me importan un pito. En cuanto a los otros, los que me importan, se que lo que digan de mi, me lo dirán también “a mi”.

Hace tiempo, que dejo de importarme lo que la gente piense o diga de mi persona, y creeme, se siente uno más ligero.

Besos (pensando en la replica)

JoP dijo...

El problema del lenguaje escrito es que cuando escribís algo suponiendo que en el texto plasmado esta también plasmada la idea clara de lo que has pensado e intentado expresar, resulta que cuando se lee, el otro puede entender algo diferente. En el lenguaje hablado siempre esta la posibilidad de la aclaración inmediata, la rectificación o ratificación de la idea; del intercambio más fluido.
Mucho más complicado se hace cuando tenés que recurrir a estos artificios de dejar un comentario en un blog y quedarte con la duda de si será leído y sobre todo de cómo será leído.
Por lo tanto, me parece bien que me respondas aquí o en cualquier otro lado.
Cuando escribí el comentario que ahora respondés, no me refería a lo que los otros piensan de uno, digamos en términos perjuiciosos (a lo doña Rosa, digamos, se entiende?), sino a lo que REPRESENTAMOS, para los otros. Es decir, aquello en lo que realmente nos transformamos para los otros (esos otros que sí te importan... Claro que los que te importan un pito, ni siquiera son problema). Incluso creo que el comentario iba más allá y me refería a la representación de objeto amoroso que tenemos y encarnamos para los otros. Eso es la roca inaccesible a la que me refería allí. Uno tiene una idea de uno y cree que el otro (el significativo) la recibe tal cual uno la siente y, sin embargo, muchas veces no es así. Muchas veces nos queda la duda respecto al lugar que ocupamos en su esfera representacional afectiva.

Espero poder haber sido más claro ahora.
No sabés lo que daría por poder hacerte llegar mi correo electrónico o poder tener el tuyo para poder así intentar una comunicación un poco más directa.
Me encanta charlar contigo, sobre todo por el calor que le insuflas a las palabras.

Besos (pensando el la réplica)

Angeles dijo...

Si de lenguaje escrito hablamos, me gusta la poesía, (La que me gusta) porque no se anda con rodeos, es tan directa como una mirada que no necesita de las palabras.

Es concreta, escueta, y en la mayoría de los casos, desprovista de artificios (La que me gusta, claro). La prosa es diferente, se presta a interpretar, a divagar, a sacar conclusiones; en la poesía (Insisto, la que me gusta), no hay rincones ocultos, lo que lees es lo que hay.

Me parece más excitante, que el poeta diga, “te deseo con hambre”, que un folio lleno de florituras y artificios, y no solo más excitante, también más verdad.

En cuanto a la interpretación que los demás hacen de nosotros a través de la palabra escrita, es algo mucho más complejo, y que no acabo de tener claro; pensare sobre ello.


En el perfil de usuario de mi blog, hay pocos datos, pero si mi correo electrónico.


Besos (escritos, y sin rincones ocultos)

JoP dijo...

Yo, sin embargo, prefiero la prosa. Tal vez por alguna predispoción personal la prefiero. Pero que no se diga que no hay poesía en la prosa.
Seguiremos pensando juntos.

Besos (escritos, que siempre retornan y sin vértices ocultos)

Angeles dijo...

Solo una cosa más… estuve pensando en lo que dijiste, acerca de ser reconocibles para los demás a través de las palabras (escritas).

Supongo, que escribir a alguien, es como la fotografía, uno ve a través del objetivo lo que quiere plasmar, el problema reside, en que lo que vemos, acabe plasmado tal y como pretendemos.
Existe algo, más terrible, impactante, bello, vació, simple, complejo, anodino… que una imagen, y solo plasma un instante, un momento, quizás no describa al fotógrafo, puede ser que no sepamos exactamente como es el viendo la fotografía, pero lo que si que tengo claro, es que sabemos exactamente como no es, por eso yo, me quedo con aquello que no son las personas, que para saber como son, siempre hay tiempo.

Me gusta mucho la prosa, lo que pretendía decir con el ejemplo de la poesía, es, que existe un tipo de comunicación escrita, que utiliza las palabras de forma tan directa, que el mensaje es terriblemente claro, y no hay posibilidad de que se transforme por el camino, y no por el hecho de ser concreto y conciso, pierde matices, al contrario, según mi opinión los gana, creo que es lo más parecido al lenguaje físico.

Y para poesía, la prosa de Cortazar.

Y para no repetirme, date por besado (de tenerte confianza, te mandaría el capitulo 7 (-8) de rayuela)

AndyPeCas dijo...

Ey, ustedes dos!

Más recato que acá los estamos viendo todos!!!!

JoP dijo...

AndyPecas: Joan dejó aquí, en su preocupación por tu lastimero comentario final a la poesía que transcribiste, otra para vos... Mirá si tenes para entretenerte....


Petit:

Es que precisamente el problema reside en que en lo que vemos termina plasmado lo que pretendemos, o por lo menos lo que "podemos" ver. Afirmar la posibilidad de lo contrario, sería negar la subjetividad. Si existe una realidad; esa es la realidad psíquica. No existe otra posibilidad para los humanos.

Pero me gustó eso de quedarse con lo que las personas "no" son. Coincido en esa idea. Una podría ir construyendo un concepto de alguien por la negativa, en función de lo que no tiene o lo que no es. Probablemente un camino posible. Para saber quién es alguien, se necesitaría muchísimo tiempo y tal vez, nunca se podría lograr tal cometido puesto que no existe inmutabilidad sino modificaciones y evoluciones constantes.
Pensaba que el centro de todo esto, y quizás del arte en general, reside en la posibilidad de lograr transmitir algo tal y como el artista lo pensó y lo imaginó. Si eso se logra, se logra mucho. (Pero también ha venido Umberto Eco a decirnos que toda obra es una obra abierta y nos patea el tablero...)

De todos modos creo que todo se recoge en los fragmentos, a veces aislados, otras no tanto.
La obra habla en parte del artista. Beethoven era un tipo de un carácter terrible e insoportable en su vida cotidiana, sin embargo escribió, por nombrar solo algunas, la quinta sinfonía, la novena y cuarteto 132. Podría decirse que ellas dicen algo de él que en lo cotidiano permanecía oculto o ausente y que en el fondo nos representa a todos en ellas. Este ejemplo podría extenderse al infinito...

En cuanto a la alusión al lenguaje físico, pienso que allí reside el lugar de las grandes verdades.
Sostento que uno puede, por ejemplo, mentir con palabras, de hecho en las palabras reside la posibilidad del engaño, pero es casi imposible mentir con el cuerpo.

Besos (me doy por besado y por recibidos, a pesar de la falta de confianza, los capítulos de Rayuela)