martes, 21 de octubre de 2008

This time the dream's on me. JOP


Cuando aquella noche detuvo su mirada en la luz de la vela recordó, no sin huecos, el itinerario de sus cuarenta y siete años. Pero no fue por eso que inició la recorrida en retrospectiva, sino porque la tenue iluminación le recordó la cena del aniversario número tres de aquella intentona definitiva.

-¿Pensas que hay arte en la pornografía? –le había preguntado Daniel mirando la luz de la vela ubicada en el centro de la mesa-. Ella Fitzgerald seducía con “This time the dream’s on me” mientras el bullicio del restaurante se hacía más lejano y secundario.
Retuvo la pregunta, pero en ese momento sólo importaban sus ojos claros y precisos, sus manos firmes y suaves, el tono de su voz siempre delicado y exacto. La camisa celeste y el reloj con pulsera de cuero que le había regalado para su cumpleaños, el anillo de la promesa y la delgada cadena en el cuello de oro blanco. “This time the dream’s on me”, pensó.
-Creo que de algún modo puede encontrarse algo de eso. Por lo menos en la pornografía como la demanda el mercado actual, -respondió sin saber bien qué quería decir-.
El cabello claro cuidadosamente arreglado, la línea de las cejas perfectas y el perfil del rostro, de inconfundible corte italiano, configuraban el conjunto al que había sucumbido cuando lo vio por primera vez en aquella fiesta. Finalmente, la mirada serena y profunda, algo inusual en un muchacho de su edad, habían desencadenado el hechizo.
-¿Vos te das cuenta que con el dinero que genera la industria pornográfica, podrían lograrse productos de enorme calidad artística, sin descuidar el componente erótico?
El mozo llenó por tercera vez las copas de vino que estaban vacías con el malbec preferido de ambos y una suave fragancia a ciruelas, membrillo, roble y canela se esparció por el aire.
Recordó la noche anterior cuando Daniel, besándole el cuello, le susurró al oído que no conocía ningún otro lugar en el mundo con un aroma más delicioso que el de su nuca. -Tal vez porque has viajado poco, -bromeó en ese momento, para sobrellevar el pudor-.
-Sin embargo, existen producciones fotográficas de altísima calidad en los que puede observarse que hay poco librado al azar y se nota un prolijo y cuidado trabajo que, en cierto sentido, dan como resultado final un excelente material más allá que la temática pueda resultar chocante o de mal gusto, -volvió a expresar sin importarle lo que estaba diciendo-.
Una pregunta se había instalado hacía tiempo y aún tratando de ocultarla  aferrándose al sentimiento no pudo dejar de advertir que su universo interior comenzaba a padecer las consecuencias disimuladas. 
-Pero eso sólo puede observarse en algunos fotógrafos que, en sentido estricto, no se dedican a la pornografía sino a la fotografía erótica, no en las grandes productoras dedicadas especialmente al tema, -respondió Daniel, por la simple curiosidad de ver hacia donde los llevaba el intercambio-.
Veinte años son demasiados, claudicó. Siempre había sentido atracción por muchachos menores porque consideraba que la belleza, en todo el amplio sentido del término, sólo podía residir en la juventud, desde la condición física hasta la frescura inmanente ante la ausencia de los prejuicios impuestos por el sedimento del paso de los años. Sin embargo, esa vez, no armonizó con la idea. “Tell me all about it”, cantaba Natalie Cole, mientras ordenaba sus emociones y la cena se enfriaba en el plato.
Tal vez porque estaba envejeciendo recordó que Pedro Almodóvar escribió alguna vez que no debe existir soledad mayor, ni mayor sensación de vacío que morir sin saber quién sos. Quizás porque sentía que, por alguna extraña razón, no disponía de mucho tiempo es que en aquel instante perpetuo pensó que debía liberar a Daniel.
-¿Estas bien?, -preguntó Daniel, mientras agarraba su mano con ternura-.
Como si el mundo hubiera sido arrasado por un enorme silencio, todo enmudeció.
-¡No!


8 comentarios:

Angeles dijo...

Creo que lo de “los prejuicios impuestos por el sedimento del paso de los años”, debe de ser cierto, por lo menos para el personaje de tu historia, el si que los tiene.

Si conoces la película “El lado oscuro del corazón” es posible que recuerdes un dialogo entre Oliverio y su ex mujer.

- Es muy difícil.
- ¿Qué?
- El amor. ¿Cómo amar sin poseer? ¿Cómo dejar que te quieran sin que te falte el aire? Amar es un pretexto para adueñarse del otro, para volverlo tu esclavo, para transformar su vida en tu vida, ¿cómo amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio?

¿Dime, en tu historia quien ama más de los dos?

Daniel, fresco en todos sus aspectos sin prejuicios y respirando placidamente el aire a su alrededor o el caballero que se siente envejecer y piensa que debe liberar a su joven amante, ¿liberarlo de que? ¿Del amor?

Mi opinión del amor (influenciada por los múltiples prejuicios que mi edad me impone) es más parecida a la de Oliverio.

No creo en el amor romántico, solo creo en el amor que es capaz de despertar reacciones químicas en el organismo y nos hace drogodependientes del otro.

Besos (me gusto la historia) (tanto que me enfade con sus dos personajes)
(¿Elegir a alguien por su falta de prejuicios?) (¿Tener tan pocos prejuicios que eres incapaz de ver las dudas en el otro?)

Más besos (¿Celebraran juntos otro aniversario o quizás por separado?)

Por cierto, en muchas culturas pasadas y presentes no tenían tantas dudas sobre la pornografía y el arte, quizás por falta de prejuicios.

Besos (sin prejuicios)

SUSURU dijo...

oh!!! no!!! acabo de dejarte un comentario y no sé dónde metí el dedo que desapareció.

Intento de nuevo, pero no será igual.
El relato me gustó, pero el final me dio tristeza. Te lo canjeo por unos versos si aceptás. Aquí te los dejo.

"...hoy amo tu ausencia, extraño tu risa
solamente eso es lo que as dejado,
pero si se algo, aunque te hayas ido,
cuando estés riendo ya en otro lado,
sabré que tú sabes que te estoy amando"

un abrazo y dos besos.

JoP dijo...

Petit, planteaste con tanta precisión y claridad todo lo que gira en el texto entre preguntas y afirmaciones que poco puedo agregar. Amor y prejuicios...
En cuanto a tu pregunta por la continuación, sería muy interesante poder contar con tu aporte sobre la continuación de la historia.
Que bueno que te enfadaste con los personajes y no con el autor... jaja.

Besos desprejuiciados.

Susuru: Seguro encontrarás un giro al final abierto y también me gustaría contar con él.

Besos.

Angeles dijo...

No me hago responsable de lo escrito a continuación, y si alguien me pregunta, lo negare todo. Besos de papel

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Dejo caer la mano sobre el papel y con gesto de abatimiento se levanto de la mesa y comenzó a recorrer la habitación.


Justo enfrente, al otro lado del salón Juan lo observaba, no pudo evitar pensar
cuantas veces le ocurría eso mismo últimamente, cuando le pareció que llevaba dadas suficientes vueltas al salón le dijo,

-Quieres tranquilizarte, pareces una fiera enjaulada. No solucionaras nada de es forma.
-¡Entonces dime tu el remedio!-, le espeto el, -¡Si eres tan inteligente sabrás que debo hacer!-

Juan fue hacia el con una copa de vino que tenia preparada desde hacia rato en previsión de que ocurriría, lo que de hecho estaba ocurriendo.

-Ven, siéntate y hablemos, ¿Dime cuál es el problema?
-El problema es el de siempre, estoy bloqueado, no tengo ni zorra idea de cómo acabar la historia.

Revolvió entre los papeles que tenia en la mesa y eligiendo varios folios entre una pila comenzó a leer,

(…)
“-¿Estas bien?, -preguntó Daniel, mientras agarraba su mano con ternura-.
Como si el mundo hubiera sido arrasado por un enorme silencio, todo enmudeció.
-¡No!”

-¡Y aquí, justo aquí, me bloquee! ¡Y bien, señor que todo lo sabe!, ¿Qué se supone que debo hacer ahora?

Juan le mira y sonríe, -Déjales que decidan ellos- le contesta sin dejar de sonreír, -Son adultos y capaces de tomar decisiones propias.

-¿Se puede saber de que mierda estas hablando? ¿Estas borracho? ¿Esas son tus soluciones mágicas?- grita mientras agita delante de el los folios.

Juan ha dejado de sonreír, se levanta con la intención de marcharse, pero de repente se da la vuelta se aproxima a la mesa donde esta esparcido el trabajo de las ultimas semanas del hombre que ama y le grita enfadado,

-¡Si te olvidaras de tus putos prejuicios a la hora de escribir, esto no pasaría! Ni te encontrarías en el estado tan calamitoso en el que estas, ni estaríamos hora mismo discutiendo, ¿Quieres soluciones mágicas? Pues yo te las daré.

Juan sale de la habitación dando un portazo y le deja en un estado de abatimiento mayor que en el que se encontraba cuando dejo de escribir, -Puta novela, puto liante, puta mierda todo…- murmura el escritor.


Al cabo de unos minutos Juan aparece, lleva en la mano un cuadernillo viejo, con las tapas rotas y amarillas que denotan el paso del tiempo, se dirige al sillón donde el escritor se encuentra y le tiende el cuaderno,

-Toma- le dice- Tus soluciones mágicas.
-¿Qué demonios es esto?- Contesta.
-¿No lo reconoces? Le contesta Juan, -Son tus primeros prejuicios, ¿te has olvidado de ellos?

El escritor abre el cuadernillo y lee

“ Se encontraron como siempre cuando la luz emitía su ultimo estertor y ya solo los gatos quedaban de espectadores en la noche, una noche aquella, donde la luna parecía hacerse cómplice de los dos amantes, escondiéndose tras las oscuras nubes y dejándose tan solo intuir en la noche…”

-¡Claro que se acordaba, como lo iba a olvidar!, una pequeña publicación se había interesado por sus escritos y le había encargado un cuento para el próximo numero a editar; trabajo día y noche; era lo mejor que había escrito nunca, incluso mucho mejor que la historia que le estaba volviendo loco en estos momentos, fue como vaciarse en el papel, darse la vuelta de dentro afuera y derramarlo todo sobre los folios-, sonrió, -Juan le había dicho entonces que aquel cuento parecía la eyaculacion de un amante llegando al limite del orgasmo-
.
Y entonces le entro el pánico, no podía entregar ese cuento, lo tacharían de pornografía, ¡Dos hombres amándose con esa pasión!, era impensable que le publicasen la historia, una cosa era vivir con otro hombre y hacerse pasar por amigos delante de los demás, pero el cuento los delataría, estaba convencido.
No quiso arriesgar, pensó que su deseo de publicar era más importante que un cuento, que el riesgo no valía la pena; desecho el relato y escribió otro más de acorde con lo que creía era el gusto del publico. El nuevo cuento fue un éxito, y sin duda aquello fue el comienzo de una exitosa carrera.

Miro a Juan y le pregunto -¿De donde ha salido esto?
-Lo guarde, es lo mejor que has escrito nunca y estaba seguro que un día tendrías que enfrentarte con tus propios prejuicios, y ese día lo necesitarías- cogio el cuadernillo de las manos del escritor y le pregunto -¿Recuerdas el nombre de los personajes de esta historia? Son los mismos que los que tienen ahora tus nuevas criaturas, ¿No te parece demasiada coincidencia?, Hace años tus prejuicios los convirtieron en algo vergonzoso, ahora te están pidiendo un nueva oportunidad, no los defraudes, déjales vivir, déjales equivocarse, que se tengan que enfrentar a sus propios miedos y no a los tuyos.


(…)

NoSurrender dijo...

A veces, el paso del tiempo es más obsceno que la pornografía ¿No crees?

Salud!

JoP dijo...

Definitivamente NoSurrender... definitivamente!!!
Saludos.

SUSURU dijo...

Qué decir, cuando acabo de llegar de un petit viaje llena de emociones variadas y a la vez un cansancio fenomenal.
Al menos quiero decirte que aqui estoy y cuando retome mi "loca anormalidad", escribiré un final diferente, porque acepto este desafío.
beso enorme, hasta cualquier momento.

SUSURU dijo...

Te acerco estas letras a modo de cambiar el final del relato. Lo acabo de escribir en Villa Devoto, (no con los presos) sino cerca de allí, en servilletas de papel de una confiteria barrial tomando un té y que ahora te copio.
Besos de una tarde de fantasía.
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- Sin embargo existen muy pocas producciones fotográficas de altísima calidad en las que pueda observarse un prolijo y cuidado trabajo, volvió a expresar sin énfasis.

Hacía tiempo que perseguía una meta y la ocultaba. En ese instante no pudo disimular y sus pensamientos estaban muy alejados de ese presente íntimo.

Pero, -me podés explicar en qué estás pensando? Intento complacerte con mis besos y mis caricias. Me estoy entregando en cuerpo y alma, soy víctima de mis sentidos descarriados a partir del momento en que te conocí, en el que sentí vibrar tu cuerpo junto al mío. Y ahora te siento indiferente. Me estás rechazando?, y levantando la voz Daniel vuelve a repetir entre ofuscado y desesperado:
- me podés decir en qué estás pensando?

Y con una voz monocorde, y con ojos que miran sin mirar, pero a la vez dirigiéndose a Daniel, le dice: -lo que pienso actualmente es que cada célula o neurona de nuestros cerebros son especies de transitores que envían señales a otras neuronas. Es por eso que nuestro cerebro puede captar excelente material fotográfico como si fuera una computadora que a la vez se multiplica e instala en una comunidad de cerebros separados….. Y así continuaba este soliloquio explicando el modo de persuadir a las neuronas para lograr y restaurar excelente material artístico propagándolo por el mundo entero.

Sin embargo, esta vez, no armonizó con la idea. “Tell me all about it”, cantaba Natalie Cole, mientras la luz de la vela se apagaba y el mozo retiraba los platos de la mesa.