Hacia los cinco años ya sabemos si sorteamos el autismo o la psicosis simbiótica. A los 25 estamos más o menos salvados de la esquizofrenia, pero no de la paranoia. Después vienen los aneurismas y finalmente los delirios sistematizados. Entonces, cada vez que uno cumple una década se va salvando de algo. Finalmente vienen las demencias involutivas, pero ya uno no se da cuenta, lo que en definitiva es una bendición. Cada etapa de la vida tiene su karma.
Silvia Bleichmar.