lunes, 29 de octubre de 2012

Subway


Motorola MB525 Camera

Aquí al principio de la nueva estación
antes que las hojas nuevas retoñen, a
cada lado de la estación East Parkway
cerca de los Jardines Botánicos
Queman la basura en terraplenes, dejando
Más desnudo a nuestro triste y civilizado desecho

1 lata de café sin tapa
1 pinta vacía de White Star, la marca desteñida
por la lluvia
1 lata vacía de cerveza
2 botellas vacías de Schenley
1 condón vacío, visto desde
1 tren casi vacío
vacío
vacío
vacío
Repetida así la palabra hasta parece graciosa.

Un hombre en una callejuela llevando su carga matutina ya camina
y lo hace tan solo porque apoya la mano contra una ancha línea roja
pintada en la pared de un edificio, mientras pasa
lata de café lata de cerveza condón botellas y fuego pasa
ladrillo desteñido y cemento marcado de hoyuelo hacia algún lado
alivia su vejiga en la tristeza de un disparo de sol en la mañana
con algún semblante de intimidad, de
alguna manera necesitado aquí. Frío. Tristeza.
Mañana de un invierno en la primavera donde está frío mientras
este hombre está borracho y el sol está borracho y no hay
reglas gobernando la entrega de premios a los muertos.
Mis ojos
entran en patios pobres, patios,
yo os amo.
Patios os hago míos y ustedes,
mis áridos terraplenes de basura, ahora que ustedes tienen
un poco de fuego para calentarse y se limpian
agradezcan a los hombres que aún los vigilan, aún
rastrillan las hojas extrañas,
vuestros extraños abandonos.

Pobre tierra de Brooklyn
Pobre tierra americana
Pobres casas enfermantes
pobres huracanes de calles, tanto
tus subterráneos como tus vidas públicas continúan
de cualquier manera, debajo
de basura que es rechazo, con ciudadanos
alienados, incómodo, irreflexivos que serán menos
infelices, más contentos y distraídos
si alivian sus vejigas
contra alguna que otra mugrienta pared.

Paul Blackburn
Meditación en el Subterráneo

viernes, 5 de octubre de 2012

lunes, 1 de octubre de 2012

Por la vuelta...

¡Afuera es noche y llueve tanto!...
Ven a mi lado, me dijiste,
hoy tu palabra es como un manto...
un manto grato de amistad...
Tu copa es ésta, y la llenaste.
Bebamos juntos, viejo amigo,
dijiste mientras levantabas
tu fina copa de champán...

La historia vuelve a repetirse,
mi muñequita dulce y rubia,
el mismo amor... la misma lluvia...
el mismo, el mismo loco afán...
¿Te acuerdas? Hace justo un año
nos separamos sin un llanto...
Ninguna escena, ningún daño...
Simplemente fue un "Adiós"
inteligente de los dos...

Tu copa es ésta, y nuevamente
los dos brindamos "por la vuelta".
Tu boca roja y oferente
bebió en el fino bacarát...
Después, quizá mordiendo un llanto,
quedate siempre, me dijiste...
Afuera es noche y llueve tanto,
... y comenzaste a llorar...